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jueves, 17 de septiembre de 2009

DIALÉCTICA Y REACCIÓN

La analogía que menos se ajusta a un entendimiento moderado de la jurisdicción y de la tolerancia dentro de una sociedad es la de ajustar hechos a opiniones, alejando dramáticamente los conceptos originales de su matriz fundamental.

Ese hecho frecuente invade la temporalidad contemporánea, obligándonos a consumir opiniones alimentadas de conclusiones anticipadas, bajo el marco prudente del concepto democracia.

Como etimológicamente se desprende del término demos y kratos, ‘’poder del pueblo’’,bajo una interpretación literal mezclada con la analógica contextual se nos revela la porción de libertad que enriquece a la colectividad para decidir los destinos de una población; sin embargo ello ha sido desvirtuado en primer lugar por la carencia de expresión a través de los canales de comunicación, hecho modificado recientemente por el auge del internet; y por la gradación periódicamente superior de incentivo a la ignorancia.

Bajo este marco la democracia se ejerce sin conocimiento,y en el caso que el conocimiento exista no hay margen para la posibilidad de expresarlo; la ignorancia se materializa a su vez en el acaparamiento de figuras con posibilidad de opinión pero con carencia de argumentación y el círculo envolvente del lenguaje que no es lenguaje, precisamente por la carencia de argumentación, toma el poder en lo que originalmente correspondía éste al pueblo.

Existe un vínculo muy cercano entre la posibilidad de acción de la colectividad en base a lo que decida la mayoría como causa de favorecimiento a la misma bajo el principio del utilitarismo, que viene a ser un pilar fundamental de la corriente liberal; sin embargo dicho utilitarismo y sus consecuencias en el desenvolvimiento social dependen de las condiciones de desarrollo en base a los medios intelectuales y materiales en que esta sociedad crezca; al emerger dicha sociedad bajo un pensamiento colectivo de ignorancia, se impregna el vínculo social bajo la premisa del utilitarismo y no compensa la virtud intelectual de unos pocos para girar en sentido de dirección de una sociedad racional.

En base a dicho fundamento se generan muchas veces discrepancias ideológicas que intentan definir corrientes de derecha o izquierda, pero partiendo la explicación de un pensamiento utilitario es complicado definir la pureza de una tendencia frente a la otra.

A su vez ese pensamiento adopta un carácter pasivo, ya que sujeta la condición de seguimiento a la colectividad en base al pensamiento de unos cuantos que la guían y que en apariencia conocen lo que favorece a la misma.

En el mundo contemporáneo, dicho seguimiento, por el desenvolvimiento histórico del mismo utilitarismo, constituye una ceguera absoluta en cuanto a visión y crítica de las circunstancias de favorecimiento social y degenera en la incomprensión de dictaduras y democracias.

Puede ser dictadura una sociedad que privilegia la educación?, en la que el 90% de la población entiende lo que lee y participa productivamente de los procesos sociales?

Es una democracia una sociedad en la que los medios de comunicación especulan y forman historias sobre las circunstancias más insignificantes y superficiales de la cotidianeidad?,en la que las opiniones no tienen sustento racional y la gente carece de educación absoluta para definir con criterio lo que le conviene de lo que no?

Actualmente se define una y otra tendencia ideológica en base a la propaganda, y no al criterio, en base a la opinión y no en base al conocimiento.

La propaganda a su vez se define en base al poder de dirección de unos cuantos frente a la ignorancia de muchos y al conocimiento incomunicable de otros; y todo ello se sujeta al seguimiento a la mayoría.

Probablemente sea criticable el hecho de que racionalmente se llegue al concepto de utilitarismo y que éste se defina en base al seguimiento de la colectividad a quien más conoce, pero en ese hipotético caso los procesos intelectualmente productivos de un grupo frente al otro crearían una esfera superior de interacción con consecuencias activas por la elevación a un plano mayor de desarrollo intelectual continuando la dialéctica de superación y de entendimiento cabal de los procesos de formación de identidad, frente a la pasividad e inercia de una sociedad imbuida en la corriente general, sin entendimiento de los procesos conducentes a tal estado.

Dialéctica y conservación, cambio y reacción al cambio; esa es la mejor analogía frente al concepto matriz.