Si no te dibujas sentimentalmente no existe nada,
No existe espejo donde mirarte para intuir de qué estás
hecho,
No existe un margen de adecuación a tus lágrimas,
Ni una fortaleza que te indique que de dichos ríos debes
subir…
para experimentarte,
para acelerar tus latidos en alguien más.
Si no existes en lágrimas tu existencia se vuelca hacia
adentro,
y no tiene expectativa, ni forma de sueño vestido de
primavera,
tiene la boca del invierno, suspirando frialdad
diciéndole cuentos a la nada mientras sólo quieres subir,
mientras sólo quieres soñar…
Por eso en nuestros encuentros sólo te quiero vestida de ti,
Aunque ocasionalmente me brindes tu desnudez
Y pueda experimentarte más adentro,
Por eso sólo quiero de ti, palabras a través de las cuales
te sienta desnuda,
Borrando cualquier sustancia externa que no forme parte de
ti.
Del resto me conformo,
por la consecuencia natural de tenerte entera,
sin mirar a algún lugar,
sin prisa para sentirme en un hogar
solo desnudo en tu desnudez…