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martes, 27 de septiembre de 2011

Similitud.

Por el laberinto que conduce a la hiel la encontré,

portaba desnuda toda la magia del azar

y ataba su cuerpo con todas sus expectativas,

paraba de entonar el himno del sueño,

mientras yo me deshacía en los caminos hacia su cercanía…

Pude ver en ella como la figura del viento se plasmaba acaparando mis suspiros

sin sentirse tan rodeados de sí mismos…

En el enlace desesperado de su cabello me sentía reflejado

como en la segunda naturaleza donde ansío vivir,

colmado y denso, como el desatino de los mejores sentimientos…

Sus ojos deslizaban las agonías de la mejor alegría

cuando la emoción las ahoga y nacen del llanto,

y en la beatitud de su mirada toda la concentración del destino

con la asimilación de una verdad a cuestas…

Era un sincero presentimiento atribulado de luz,

donde se muestran los colores sin nombre,

las palabras no creadas,

la desilusión y el tacto,

la correspondencia de la melodía cuando los oídos se desprenden de los labios,

el amanecer quieto por la fragancia de la madrugada agitada,

la desesperanza de la piel por el agotamiento híbrido del placer, mitad pasión, mitad amor,

y una ligera cuota de exceso que no comprende el límite sobre sí mismo.

El presente contado con los número finitos,

y la imaginación que los desmorona

fenecen en mi sangre dibujando las letras de la sensación

bajo las coordenadas de tu olor,

¿Por qué la sinrazón de nuestros cuerpos simulando constelaciones en la humedad de los cielos fértiles?

Ahora despiertan condenados a la obscuridad, sedientos de luz,

bebiendo de la consecuencia

y de la continuidad del día y la noche…

¿Toparte con la mejor idea cargada de ti,

se volvió sucesión natural de ser parte de mi?

deseo en la estructura del placer,

dificultad de olvido,

dale a la facilidad la posibilidad de nacer…

lunes, 12 de septiembre de 2011

...

Abolí la perspectiva, y me dejé nacer un poco más,

Ocurre en circunstancias en que desconozco el sentido de la piel,

Y no atraigo para sí ninguna mirada

Por temor a que todas puedan caer.

No existen sinónimos que las alejen de la luz,

Su antonimia es lacerante,

Y percibo las gotas de sudor que en su esfuerzo oprimen

Todas guiadas en pro de una sola conversación,

Que visión tan fascinante la de sentirme solo

Mi cuerpo espera por un paso más allá de sí mismo

Cuando la mente lo reprime.

Y yo agoto las esperanzas de tener un camino a la tristeza

para poder ser más humano...

hoy noté las miradas más extensas,

más lejanas,

guardando una profundidad renovada que se cuida de sí misma.

Agobiante no ver las luces nacer

en La intimidad reprimida por una timidez que no se conmueve,

quisiera portar esos ojos tan extensos,

cuidar su intimidad

para contrarrestar el destino que sigue a sus figuras,

guardando al sueño sobre sí mismos.

De acuerdo en novedad con la fascinación,

Grandiosa suerte de sentirme solo.

….