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miércoles, 25 de enero de 2012

La posibilidad en el infinito.

El sentido metafórico de la luz, en contraste a la tímida claridad de la noche me coloca en la posición del intento, del arrastre del cuerpo del viento y de la colusión de las vivencias que encierra.

Su vestido lo porto violento, como si en el acto de la colocación en mis hombros el mundo me atribuyera todas sus facultades; y bajo dicha condición me deslizo, evaporando la asimilación de la vida en efímeros instantes, con la condición de devolverle el cielo, plagado de estructuras que se desarrollan en mi propio aliento.

Colmado, y en la ubicuidad del ángulo que genera su propio florecer, sobre la caída de las estrellas su esencia ansío poseer para recrearlas en su propio instinto…

Y adornarlas en una cama de hiedra, de amapolas rodantes envueltas en madreselvas…

Y en la confusión de cabellos ajenos aturdirme, para elegantemente en aquel ajeno mundo hundirme, tripartito, multidimensional, sin ángulos ni segundos, ni escenas a las que voltear, viviendo del sudor y del placer que nos dibuja el instinto…

Nueve menos seis y se acercó mi devolución al sentido de la atmósfera y de los rostros violentos, sin ataduras ni correspondencias adornadas en argumentos.

Argumentos sin palabras…nueve menos nueve, conocí la infinidad en mi otro mundo…

viernes, 6 de enero de 2012

Hay una prioridad en el azul, y es la posibilidad de imitar la tonalidad de tus ojos, no me especificó su intención, pero leo el lenguaje de sus movimientos, y la función secuencial que hay en ellos.

Nunca fue más sincero el avatar en mí, como un nuevo ser desprendido de sí, mientras contemplaba el mejor aroma de ti.

Me aferré al espesor del viento, coludido con las entrañas de tus deseos y absorbí en número entero la delicada circunstancia de sentirme atraído.

No hubo fraccionamientos ni condiciones, hubo un espacio y una luz, y una sombra que se esparcía mientras ingresaba en la esfera de un aroma creado para aplacar seres violentos, y demoler ironías con la brisa del pasado alejándose en distintas vías…

Mucha fantasía encontré en la hendidura de tu cabello y en los caminos disímiles que dibujan historias en cada hebra de ello.

Dulce y violento el idioma de mi alma, contemplaba hacerle el amor al acompañamiento difuminado en tu vida para unir los deseos que te abandonaron, y que te hicieron creer que en la realidad estabas viviendo.

Y cerca al mar contemplo mis deseos violentos y los evoco con la fuerza de recuperar idilios extraños, alejados, que intimidados navegan en la corriente, y la navegación de mis instintos inculcó la intuición que en sueños le revelaron los vientos fortalecidos con las formas creadas.

Desde un sueño me comunicaron en el lenguaje inaccesible de tus ojos, lo que hoy como un don reconozco a través de mi propia vivencia como efecto de la correspondencia de tu mirada.

Y no encuentro un azul, ni una secuencia difuminada de colores,, encuentro un margen que cruza mi apariencia previa y actual, una sinrazón que nos contempla y nos domina…

Te agradezco azul.

domingo, 1 de enero de 2012

´´Cuando la vida es ascendente, la felicidad se identifica con el instinto.´´

F.Nietzche.

Paralelo, me ubico, acomodándome a la amalgama de tu única idea,

En sus transformaciones subyace la historia recogida en el vientre de las emociones,

Y sobre el dintel del estallido perpetuo, las correlaciones de los cielos se avergüenzan de sentirse desnudas…

Mucho tiempo, entre las sombras aturdidas, una imagen tan sincera,

Latente,

como el corazón ataviado de un primer enamorado, mezclando la melancolía del instinto de las flores,

tu mirada se muestra,

Un Pálpito, entre el murmuro de las dimensiones se expande,

Y contrae y dilata la frecuencia de mis pulsaciones, acariciando el instinto de la íntima realidad, infrecuente y descalza…

Caminando sobre el verso que retoma la mejor forma de sí, y que contempla lentamente el encuentro de la naturaleza en mi,

Deslizándome, infrecuente, como la guía que por un camino clama, en el anochecer cegada

queriendo ser guiado, declino…

Y persistente, en una sola voz adivino mi destino, y a pocos segundos éste se colma silente.

Y entristezco por la ilusión de atrapar lo conocido,

De manera intermitente revelado, a tu atardecer te conoceré, en la incandescencia guiado…

Menuda forma de hacerme un destino…