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miércoles, 22 de julio de 2009

INTERMEDIACIÓN Y CONOCIMIENTO

Usualmente conocemos la intermediación como vínculo entre productor y consumidor para satisfacer necesidades originadas en la adquisición de bienes y servicios; las necesidades usualmente son superiores a las fuerzas individuales para conseguir lo que necesitamos, por ello la sociedad es el conjunto de personas agrupadas con la finalidad de vencer las fuerzas naturales a través de la división del trabajo procurando con ello satisfacer las distintas necesidades humanas.

El reconocimiento de la finalidad dentro del conjunto de necesidades nos conduce a una variedad de matices infinita, condicionada elementalmente al ambiente y a la tradición cultural basada en el mismo, lo que dentro de la variabilidad define un cariz general de requerimientos; dicha finalidad esencial condicionada a la cultura a su vez se modela en base a la influencia producto del mestizaje y del indigenismo; así como la absorción de rasgos culturales e institucionales de origen externos.

La actual configuración institucional del mundo, así como la básica separación de poderes, la relación entre la economía y el derecho y la cada vez mayor disminución de análisis sociológicos y antropológicos con la mayor difusión y perfeccionamiento de las técnicas derivadas de las ciencias puras son lo que caracterizan con mayor preponderancia el modelo actual de nuestra sociedad.

Bajo dicho marco y en virtud al triunfo sistemático de la crematística y la tecnología en detrimento de las llamadas ciencias humanas, es que las actuales generaciones se forman.

El trecho entre el local desarrollo tecnológico y el externo genera un vacío inalcanzable en cuanto a producción de lo ofrecido y la potencialidad de lograrlo, dicho establecimiento afecta a un grupo considerable a alcanzar lo establecido y en vía cultural a adaptarse al país de origen de la fabricación de la tecnología vista, atractiva y alcanzable a través de solvencia económica, cuya consecución es lograda a través del desarrollo de actividades institucionalmente establecidas; dichas tareas en su gran mayoría no son de productor, siendo en su gran mayoría de operador a rango inferior de productor, y de proveedor de insumos para el producto final no elaborado localmente.

En consecuencia existe en primer término la absorción de una cultura por otra, en segundo término la operatividad a nivel inferior de productor, en consecuencia una intermediación a nivel de posibilidades medias.

En tercer término la adaptación institucional en base a la ‘’globalización’’ para perpetuar el nivel proveedor/operador que actualmente se percibe.

En base a lo dicho con antelación la intermediación se multiplica en un nivel estable por no alcanzar el pico de fuerza productiva alcanzable en virtud a los recursos, si seguimos la posición finalista de las culturas absorbentes y optamos por un desarrollo basado en los parámetros de las mismas,. Estos recursos a su vez se mantienen inutilizables por la falta de conocimiento, y el conocimiento a su vez por la interrelación adecuada de las ciencias; la misma interrelación se percibe en las informaciones dadas por los medios, las cuales se transmiten y forman parte de la cotidianeidad.

Al fijar la finalidad en el paradigma crematístico y tecnológico se bloquea la capacidad de asimilación de una ciencia universal no asida a puntos límite, sino a quiebres con infinitas posibilidades, extendiendo los ámbitos de interrelación humana hasta donde la propia naturaleza pueda llevarlos.

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