La noche tiene el perfume que le otorga
la nocturnidad a los latidos
desde su esfera monocromática la
profundidad trasciende
y exaspera las condiciones silentes
de un primer amanecer.
La madrugada toma la forma de un
universo paralelo
Y discurre cuestionándose lo vivido
Forzando sus celos al amparo de un
astro que segundo a segundo le construye el amor.
En su fuerza agotada despierta para
verse dormida en un destello
Mientras la mitad de la tierra se
perturba para dar paso a su emoción.
La absorción del mediodía destaca la
destreza de los hombres,
aturdidos por la confusión de sus
designios
y por la primavera descalza que roba el
sentido de su voz…
Un dios nos formó la idea de
apreciarnos desnudos
Y el hijo de un hombre la de hacernos
el amor…
…
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