Vistas de página en total

martes, 15 de diciembre de 2009

Espacio y codificación

La separación matemática del espacio ayudará a independizar las vías en el mismo, orientando el flujo a la condición del tránsito de la materia mediante su propio conducto matemático.

La primera intervención para la consecución de la premisa será la determinación de la sustancia codificada con el punto espacial a ser incluido, lo cual deduce una identificación de materia común, que conserva su propio desenvolvimiento en el espacio. Mediante dicha perspectiva no existe sujeción al caos; siendo éste perceptible por la falta de claridad científica de las determinaciones físicas.’’el caos existe donde no existe conciencia, si el hombre verdadero es conciencia el caos no existe’’.

Por otro lado, dicha concepción reviviría la noción de estaticidad de la naturaleza, frente a factores ajenos a la voluntad; ya que la identidad estaría íntimamente ligada al punto del cual es reflejo a través de la unión de las codificaciones en el mundo objetivo; sin embargo dicha unión genera un tránsito irregular hasta el encuentro del mismo por intermedio de las ciencias sociales -lo cual podría constituir el germen de la historia-; y por lo mismo, a su vez una dependencia de dichas ciencias frente a las ciencias puras; en un nivel superior una confluencia en una teoría general de la ciencia, sin las divisiones en humanas y puras.

Caso contrario sería el de la identificación del grado material sin conciencia en algún límite del espacio, calculando el flujo en base a la composición del mismo y su correspondencia en los puntos matemáticos; en este evento la composición matemática estaría sujeta a basamentos inespecíficos, sin la categoría de la plenitud, caracterizando un juicio de valor fuera de la naturaleza humana, pero válido en el ambiente objetivo;-sin embargo, ¿es cognoscible la naturaleza sin conciencia?, ¿lo que vivimos habitualmente es ilusión?-los puntos de realización matemáticos en el espacio tienen a su vez dicha posibilidad, lo cual implica potencialidad como grado de perfección para realizar algo, siendo toda posibilidad un grado mayor de ser; quizás en épocas históricas distintas haya sido contemplado como mística por la sensación de plenitud la colocación en puntos específicos de la naturaleza de altares y centros de adoración y meditación; probablemente la ciencia contemporánea, en un atisbo de claridad hacia una nueva era pueda encontrar el sustrato matemático del acercamiento a la modificación de los puntos espaciales, dicha modificación debería estar acompañada de conciencia y de colocación en el punto de plenitud o de la confluencia de puntos para alcanzar el punto de plenitud; en un caso sería creación y en el otro adecuación. Si consideramos que la materia más veloz es el pensamiento, y el sustrato del pensamiento es la conciencia podríamos hacer el paralelo frente al sustrato más veloz del mundo físico ‘la velocidad de la luz’, que a su vez determina todos los fenómenos de la realidad física. La superación de dicha velocidad evapora el tiempo y también el espacio y nos dirige a una realidad infinita, siendo esta realidad el sustrato de la velocidad. ‘’La conciencia a su vez es el sustrato de la vida y cualquier fenómeno natural sin conciencia no es total, por no alcanzar el grado de plenitud que diluye los obstáculos físicos para alcanzar la elevación y la unión en el ser’’

En consecuencia, una colocación sobre la materia más veloz determinaría el desenvolvimiento de las categorías que intrínsecamente dependen de ella, -sólo si es que logramos aislarla de la experiencia humana-cuyo procedimiento es de ciencia.

En la experiencia humana anularía la individualidad conservando la plenitud acogida al sustrato de la conciencia,lo que constituye mística.

No hay comentarios:

Publicar un comentario