Platón me enseñó a deshacer el
vestido de Afrodita mientras ella me hablaba en forma de verso
Petrarca me enseñó a hacer navegar el
corazón vistiéndolo del perfume de muchas mujeres
De Baudelaire aprendí la revolución
del post modernismo recibiendo en duplicidad un orden en el alma
A Shakespeare lo tengo como ídolo de
quienes gustan sostener el corazón.
A Picasso lo leí en la naturaleza en
un lienzo vestido de libertad mientras Van Gogh, entre tanto, iba simulando
locuras en una rigurosa racionalidad
Dalí transformó la inquietud de querer
ser normal forzándome a elaborar dormido una teoría de la creación
Valery vistió la poesía de francés
viendo a De Musset darle personalidad al viento, multiplicado de voces
femeninas
Rimbaud me susurró los secretos de la
juventud adornando de blanco los poros de la piel que besaba
Becquer me enseñó la estructura del
amor como si fuera un sistema de palabras en un semblante
Horacio me enseñó la agonía y Dante
me presentó una sola vez a la frustración
Homero cerró el círculo de un
infinito que nunca corría
Y en una voz de un libro los
subsecuentes pintaron mi biografía..
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